Hace unos días conocíamos el caso de una mujer que denunció a Microsoft por problemas en su equipo derivados de una actualización forzosa a Windows 10, en el que alegaba problemas de rendimiento y estabilidad que la llevaron a perder productividad. Los de Redmond perdieron el juicio y se vieron obligados a pagar 10 mil dólares, lo que no se imaginaban es que esto se convertiría en el inicio de una persecución contra ellos.
Según la publicación regional Rockland County Times, que también tiene un papel importante en la campaña contra el gigante del software, el fiscal general Eric Schneiderman está «siguiendo activamente los casos de los clientes de Microsoft afectados por los supuestos daños causados por la compañía al forzar o engañar para aceptar la actualización».
El periódico ha estado pidiendo quejas a sus lectores con la finalidad de transmitirlas a la Oficina del Fiscal General del Estado de Nueva York para la Tecnología e Internet, reclamando el caso como «fraude por Internet» debido a la imposición «forzada» de actualizar a Windows 10 en los ordenadores de los clientes con sistemas operativos de Microsoft.
La publicación neoyorquina afirma que, aparte del fiscal general de Nueva York, los homólogos de otros estados se están planteando seguir los pasos iniciados por Eric Schneiderman. Mientras tanto, la mala imagen y las acusaciones contra Microsoft siguen creciendo a falta de menos de un mes para el fin de la actualización gratuita a Windows 10.
La empresa dirigida por Satya Nadella es acusada de usar «patrones oscuros» que hacen parecer inevitable la actualización, lo que les ha llevado a modificar el diálogo para la actualización a los usuarios de Windows 7, de forma que puedan cancelar la oferta de actualización más fácilmente. Por desgracia para Microsoft, estos casos les están creando una mala imagen que les costará quitarse en los próximos años.
