Si de algo está sirviendo el Programa Insider a los usuarios, además de para aportar feedback, es para descubrir de forma anticipada muchas de las novedades que llegarán a Windows 10 y Windows 10 Mobile con las siguientes actualizaciones. Un ejemplo de esto lo encontramos en el «Game Mode», una función que descubrimos el pasado miércoles 28 de diciembre gracias a build 14997 y de la que poco a poco vamos conociendo más información.
Ahora, gracias a Windows Central, hemos podido conocer más detalles acerca de este «Game Mode», una característica que, según el medio estadounidense, tiene también como fin el optimizar las diferencias entre Xbox One y Project Scorpio y los PC con Windows 10, determinando entre otras cosas las resoluciones estándar para Xbox One, las cuales serían de entre 900 y 1080p, y las de Project Scorpio, que subirían hasta los 4K a 60 fps.
Este «Game Mode», según Windows Central, se encontraría en los kits de desarrollo de Xbox One desde el verano de 2016 y habría ido mejorado durante las actualizaciones que llegaron a la consola en otoño e invierno, permitiendo así que juegos como Battefield 1 disfruten de resoluciones de entre 900 y 1080p.
Preparándose para la llegada de Scorpio
Esto significaría también que los desarrolladores que están implementando este «Game Mode» en sus títulos, ofreciendo actualmente resoluciones de entre 900 y 1080p en Xbox One y hasta 4K en Windows 10, tendrían sus juegos prácticamente listos para Project Scorpio, con más del 95% del código del juego ya escrito. Así, juegos como Resident Evil 7, que llegará a la tienda de Windows 10 el próximo 24 de enero, podrían disfrutar en Project Scorpio de resoluciones 4K nativas.
Aunque aún falta mucho para Creators Update y el lanzamiento de Project Scorpio, lo que sí parece claro es que Microsoft tiene entre ceja y ceja hacer de Windows 10 y Xbox uno de los mayores ecosistemas de juego. Muy pronto podremos descubrir más detalles de este «Game Mode».
