Desde la llegada de servicios de streaming a través de internet, la forma en la que los usuarios consumimos contenido digital ha cambiado en los últimos años; atrás quedó la revolución de iTunes, cuya piedra angular ha derivado en una arquitectura mastodóntica de servicios online, y en la que las empresas y autores han sabido sacar partido en un medio que en otros tiempos les puso las cosas difíciles con la piratería.
El Netflix de los videojuegos
A raíz de este nuevo concepto de distribución de contenido protegido por copyright, empresas como Netflix se han convertido en los baluartes de una nueva era del consumo digital; su éxito tan arrollador (y el hecho de que fueran los primeros en apostar por internet como medio de distribución) los ha convertido casi en un estándar, que más tarde otras empresas no han tardado en imitar (HBO, Amazon Prime Video, Sky…).
Si la empresa de Reed Hastings ha conseguido llegar a tal estatus de reconocimiento, otras no iban a ser menos ; en el terreno musical Spotify era el rey. Ahora, su principal competidor (Apple Music) le enseña los dientes; si nos vamos al terreno del sector de videojuegos, la cosa parecía un poco desierta; pero Phil Spencer, director ejecutivo de la división Xbox de Microsoft, llevaba tiempo trazando un plan para convertir a la marca Xbox en la Netflix de los videojuegos con su servicio Game Pass.
Más de 100 juegos por 9,99 euros al mes; y descuentos en compras finales
Iniciado su periplo en junio del año pasado, Game Pass ha supuesto un soplo de aire fresco a un sector como es el del videojuego, que parecía estancado en cuanto a innovaciones y modelo de negocio. Después de un año funcionando, este servicio ha cosechado buenas críticas entre los que han apostado por él, y tiene pinta de que irá a más.
No es para menos; ser los primeros en ofrecer más de 100 juegos por 9.99 euros al mes supone una liberación para los que no pueden desembolsar el precio completo de un juego. Las ventajas son varias: por un lado, se accede a un catálogo de más de 100 juegos para Xbox, contando exclusivos de la plataforma y aquellos títulos que se benefician del programa Xbox Play Anywhere de PC; por otro, un descuento del 20 % en esos mismos juegos en caso de querer comprarlos definitivamente (y no un «alquiler»).
La transición hacia lo digital: adiós, formato físico
La forma de jugar ha cambiado, haciendo que muchos jugadores se planteen probar juegos que en un principio no tenían pensado tocar, o de los que no habían oído hablar; desde el punto de vista de los desarrolladores, supone un empujón para mejorar el estatus de marca y hacer juegos mejores, puesto que la respuesta será mucho más firme que antaño. Y supone también un aliciente a la hora de la transición completa hacia el formato digital. Así lo afirma un comunicado oficial por parte del equipo de Xbox:
Después de unirse a Xbox Game Pass, los suscriptores de Game Pass están jugando más juegos que nunca; no solo de su catálogo, sino también en otros juegos de Xbox que no figuran en el catálogo. Como resultado, estamos viendo más jugadores activos en todos los ámbitos, lo que está teniendo un impacto positivo notable para editores y desarrolladores, incluido el aumento de las ventas de juegos en Xbox Game Pass.
