Ayer os contábamos cómo, en nuestra opinión y en la de muchos, de cumplirse lo que ayer presentó AMD, desbancaría totalmente a Intel en la gama doméstica y gaming en cuanto a procesadores se refiere.
Décima generación de procesadores para portátiles
Así las cosas, el turno en la Computex 2019 ha sido hoy para Intel donde ha aprovechado para presentar con mayor detenimiento su próxima generación de procesadores (la décima) aunque no se han referido a escritorio, sino a portátiles.
Este movimiento es un tanto confuso y puede significar varias cosas y pocas de ellas son para beneficiar a Intel en este preciso instante. O bien ya tenían preparado de antemano esta presentación de procesadores para portátiles queriendo dejar los de escritorio para más adelante, o bien no se esperaban los datos que ayer AMD dio de sus Ryzen 3000 y prefieren refinar sus procesadores en sobremesa.
Sea como fuere, Intel por fin ha dado de forma oficial el paso a los 10 nm, abandonando así los 14 nm que llevaban varias generaciones (unos 6 años) sacando al mercado con poco más que leves revisiones que no se traducían en una mejora sustancial una vez que los montabas (salvo en el salto que se produjo con la 8ª Generación).
El objetivo de lo que Intel ha presentado hoy está en aquéllos ultrabooks y portátiles gaming que necesitan potencia en poco espacio y buenas temperaturas para no salir ardiendo.
Lo que nos ofrece Intel es un aumento considerable tanto en tareas que usen un hilo como en tareas multihilo, aumento de los búferes, caché, soporte para las últimas tecnologías de conectividad y buses e intentar paliar las vulnerabilidades como Spectre y Meltdown (aunque no erradicarlas, que eso ya nos avisaron hace tiempo que no se esperaba mínimo hasta dentro de dos generaciones).
Nuevos algoritmos e instrucciones harán que el rendimiento mejore sustancialmente en, por ejemplo, tareas que involucren a IA o aprendizaje profundo.
Lo primero de lo que hace gala Intel es de un aumento del rendimiento medio de un 18% en IPC (Instrucciones Por Ciclo) frente a Skylake llegando en algunas aplicaciones a un aumento momentáneo de hasta un 40%.
Mayor y mejor conectividad
Ice Lake serán los primeros procesadores de Intel en soportar nativamente Thunderbolt 3 y Wi-Fi 6 junto con 5G. Esto se traduce en un rendimiento de hasta 10Gb/s unido a un mejor consumo y aumento de la autonomía de los dispositivos que lo utilicen.
Por el momento no se han dado datos acerca de modelos concretos de procesadores, aunque sí que sabemos que mantendran las nomenclaturas que ya conocemos con los Intel Core i3, i5 e i7.
En cuanto a fechas, Intel ha dicho que comenzará a distribuir los primeros chips este mismo mes de junio para que los fabricantes puedan vender sus equipos las próximas navidades.
Otro i9 9900 más
Mientras tanto, en cuanto a procesadores de escritorio se refiere, Intel ayer ante la presentación de los Ryzen 3000 anunció la llegada de un nuevo Core i9 9900KS.
Se trata de, básicamente, el mismo i9 que ya tenemos en el mercado en una especie de «edición especial» que permite llevar el procesador a los 5 GHz estables (según dicen) en todos los núcleos. Habrá que ver las pruebas para saber si ese aumento de unos 300MHz es útil y merece el desembolso extra de dinero (que ya advierto que no será poco) y, sobre todo, qué temperaturas alcanza a esas frecuencias.
