Desde hace unas semanas se habla de la posibilidad de conseguir compatibilidad entre las aplicaciones Android y Windows Phone. Pero realmente necesitamos eso? En esta ocasión voy a daros dos puntos de vista. En otra ocasión defenderemos posturas. Y es que, el futuro de Windows Phone depende del enfoque que sea elegido para el sistema operativo.
Android ha ganado. Aprovechemos
La batalla de las aplicaciones está perdida. Si realmente se hacen 500 aplicaciones diarias entonces merecería la pena esperar un poco pero, grandes empresas ya han renegado de Windows Phone. La gente quiere juegos de halfbrick, madfinger games, King… Y no los tiene. Quizás para aplicaciones no sea tan interesante pero para juegos, si Windows Phone que ir a la última le interesa Android. Se debe aprovechar de ello y adorarlo o ayudar a que se adapte
La guerra no está perdida. No asustemos al desarrollador
El desarrollador busca darse a conocer, ser relevante. Sí se toma el camino fácil nos arrepentiremos después. Tras años y millones invertidos simplemente no puede hacerse semejante jugadas. Hacer esto sería equivalente al caso de Windows Phone 7. Se debe trabajar en facilitar el port y nada más. La gente empieza a ver que Android ni es una buena opción ni van a hacer cambios en la máquina virtual, eliminarla. Por último, las aplicaciones universales acaban de aterrizar y pueden dar el empujón necesario para que el sistema operativo crezca.
¿Cual de las dos posturas os parece la correcta? ¿Abriríais la puerta a aplicaciones con Android o mejor esperar aunque se vaya lento y seguir con el mismo estilo pero facilitando que se traigan las aplicaciones de iOS y Android a Windows Phone? Os he demostrado argumentos para ambas hipótesis, elegid vuestro bando a ver cual ganaría
