Hace casi 3 años desde que Microsoft nos presentó sus primeras tablets Surface, la Pro y la RT. Tras 2 generaciones causándoles pérdidas millonarias, con su última Pro 3 han conseguido volver a obtener beneficios. Esta nueva Surface 3 viene a ocupar el vacío que ha dejado el abandono del sistema Windows RT por parte de Microsoft de cara a Windows 10.
De primeras todo apunta a ser mucho más atractivo en comparación con la Surface RT y la Surface 2, ya que ambas recibieron multitud de críticas en el sector por su limitación a la hora de no poder instalar programas de Windows, en mi opinión dichas críticas carecían de fundamento ya que las tablets RT tenían otras bondades que las situaban muy por encima a la competencia, pero como de costumbre siempre se habla más de lo negativo que de lo positivo.
Especificaciones técnicas
- Pantalla: 10.8 pulgadas con resolución Full HD Plus (1920 x 1280) con soporte para stylus N-Trig
- Procesador: Intel Atom X7 – Z8700 (caché de 2 MB, 1.6 Ghz con tecnología Intel Brust de hasta 2.4 Ghz)
- RAM/Almacenamiento: Hay 2 configuraciones: 2 GB de RAM y 64 GB de eMMC/ 4 GB de RAM y 128 GB de eMMC. Se espera también otra variante para estudiantes con 2 GB de RAM y 32 GB de eMMC.
- Dimensiones: 267 x 187 x 8.7 mm
- Peso: 622 gramos
- Conexiones: USB 3.0, microUSB, Mini Display Port, microSD, toma de auriculares.
- Conectividad: Wi-Fi (802.11 a/b/g/n/ac), Bluetooth 4.0
- Precio: Desde 599€ (no incluye stylus ni teclado)
- Más información
Análisis en vídeo
La convergencia ideal entre PC y tablet
Una de las mayores críticas que recibía la gama Surface Pro era su enorme tamaño y calentamiento cuando las comparabas con cualquier otro modelo de tablet de la competencia, aunque eso sí, nadie en los sistemas operativos de dicha competencia ofrece un producto con una calidad de fabricación similiar o la infinidad de opciones que abre ante ti un dispositivo de estas características.
Aunque con la Surface Pro 3 solucionaron varios de estos problemas, ya por ejemplo no era tan gruesa y pesada como la anterior Pro 2. Los problemas de ruido y calentamiento causados por los ventiladores de refrigeración siguen estando ahí, pero es algo necesario si queremos tener unos procesadores Intel Core potentes. Pero todos estos problemas se han eliminado por completo con la nueva Surface 3.
Si posees algún modelo anterior de la gama Pro (yo tengo una Pro 2) cuando tienes la Surface 3 en las manos por primera vez te quedarás absolutamente asombrado por su diseño y tamaño. Es una auténtica maravilla como han reducido su peso y grosor hasta un punto que llega a ser prácticamente tan gruesa como mi Lumia 1520. Si me dijeran que la Surface 3 lleva Android con el típico procesador Qualcomm Snapdragon me lo creería. Su peso de 622 gramos, es apenas unos 200 gramos más que los 425 de la Nexus 9 y los 437 gramos del iPad Air 2.
La Surface 3 tiene el mismo tamaño de pantalla que Surface Pro 2, 10,8 pulgadas. Pero se ha cambiado su relación de aspecto de 16:9 a 3:2. En mi opinión le ha sentado genial este cambio, ya que es el tamaño perfecto tanto para una tablet de consumo de contenido como para un portátil cómodo de llevar siempre contigo. Además, su pantalla es una autentica maravilla, con resolucion Full HD Plus (1920 x 1280) y una calidad de colores e imagen asombrosa.
Aunque se pierde la posibilidad de ajustar libremente la inclinación del stand como vimos en la Surface Pro 3, no me parece una gran pérdida ya que las 3 posiciones en las que se puede colocar son perfectas para casi cualquier necesidad a la hora de colocarla para su uso.
Su teclado es del mismo tamaño del de la Surface Pro 2, pero incorpora el nuevo trackpad que ya vimos en la Pro 3, el cual es una gozada. Los dedos deslizan muy suavemente por él y esto se agradece sobretodo de cara a los nuevos gestos que llegarán próximamente con Windows 10, aunque como crítica tengo que decir que se podría haber aprovechado mejor el espacio que tiene, ya que se queda un poco estrecho. Además, al igual que en la Pro 3, se puede ‘pegar’ el teclado a la tablet gracias a los imanes, por lo que al estar elevado un ligero ángulo se hace mucho más cómodo su uso.
Con respecto a la posición de las conexiones me ha gustado bastante la colocación del puerto MiniDisplayPort en la parte superior y no en la inferior como en mi Pro 2. Ésto ayudará a que cuando le conectes un adaptador de salida VGA o HDMI no choque con la superficie sobre la que está apoyada la Surface. Aunque no me ha gustado el cambio de posición del puerto USB y Jack de auriculares a la derecha, ya que al ser diestro puedo acabar con varios de cables molestando si tengo un ratón conectado.
Terminando de hablar sobre su diseño, tengo que decir que se ha cambiado el cargador por uno tipo microUSB. Hasta ahora cada Surface tenía su cargador propio, y habría preferido que siguiendo así ya que la carga es muchísimo más lenta ahora. Mi Surface Pro 2 tarda apenas hora y media en cargarse por completo, mientras que la Surface 3 tarda alrededor de 2 horas y media. Además el cargador pierde la posibilidad de conectar un cable USB y cargar otro dispositivo. Aunque puedes cargar con el puerto USB de la propia Surface, ésto puede ser un problema si necesitas tener conectado un ratón o dispositivo.
Todo un PC completo, pero con limitaciones
Los anteriores modelos de la gama ‘no Pro’ de Surface montaban procesadores ARM con Windows 8 RT. En esta ocasión nos encontramos con el nuevo procesador Intel Atom X7 Z8700. Un procesador de bajo consumo y que no requiere de ventiladores para disipar el calor. Microsoft desde finales del 2014 ha estado trabajando mano a mano con Intel para poder tener el procesador listo para esta Surface. Según la propia Intel, los nuevos Atom de la serie X están diseñados para dispositivos móviles, mientras que los Intel Core M tratan de obtener una buena relación entre potencia y consumo.
El procesador en general rinde muy bien para tareas y uso normal. Con ésto quiero decir a utilizar Office, aplicaciones de la Tienda, navegador con varias pestañas abiertas e incluso programas como Photoshop CC y Premiere Pro CC, aunque éste último la verdad que cuantos más clips de vídeo iba añadiendo al proyecto, más ralentizado iba. Para que os sirva de referencia, el vídeo del unboxing y primeras impresiones de la Surface 3 que ocupaba 1 GB lo monté con la propia Surface 3 y tardó 30 minutos, también hice la prueba con mi torre de trabajo con un Intel Core i5 3350P a 3,1 Ghz y 8 GB de RAM, tardó 7 minutos. Tengo que aclarar que el modelo que tenemos es el de 4 GB de RAM.
Si tienes intención de jugar a juegos de PC, el Atom X7 no cumple. No lo pongo como un aspecto gravemente negativo, ya que soy consiciente de las limitaciones que tiene este procesador y de sus grandes ventajas en otros aspectos, pero pienso que debéis saber que por ejemplo el Heroes of the Storm no era jugable con todo al mínimo, pero a su favor tengo que decir que otro juego mucho más sencillito como Hearthstone si que iba muy fluido.
Si eres una persona que quiere utilizar programas que necesiten de más potencia de procesamiento gráfico, te recomendaría ahorrar para una Surface Pro, ya que aunque son bastante caras, es un dispositivo que merece la pena. Esta Surface 3 la clasificaría como un ‘netbook.tablet-convertible-premium’, ya que aunque no es potente como una Surface Pro, te transmite calidad de diseño y funcionamiento siempre que la utilizas.
¿A quién le recomendaría una Surface 3?
El usuario ideal para una Surface 3 sería un estudiante, sobretodo si estudia una ingeniería y tiene que tomar muchos apuntes con bolígrafo y papel. Para carreras de letras también irá bien, pero por lo general en ellas se usa más Word para tomar apuntes directamente con el teclado, por lo que igual no se aprovechará tanto la posibilidad de tener stylus y cualquier otro portátil pequeño o tablet podría servir. En ingeniería sin embargo si que estás siempre haciendo problemas y cálculos en papel, por lo que OneNote te facilitará mucho tus estudios.
Otro aspecto importante para todo estudiante es su batería, la cual es muy buena. En un día normal de clase, con la pantalla con brillo en medio-alto, WiFi activo y alternando entre tomar apuntes con el stylus en OneNote y navegar por internet, su consumo ha sido de un 50% en 3 horas.
Si alguno tiene una Surface Pro 2 y está pensando en cambiarse a una Surface 3, tengo que avisar que puede que le cueste acostumbrarse al nuevo stylus. En la Pro 2 se usa tecnología Wacom, mientras que en la Pro 3 y Surface 3 se usan stylus N-Trig. No es que sea un problema grave, pero yo personalmente siento que escribo de forma más natural con la Pro 2. Aunque otros compañeros de Microsoft Insider no han notado este problema, quizás es porque yo llevo ya año y medio sin utilizar un papel y bolígrafo para tomar apuntes en clase, y me he acostumbrado a la tecnología Wacom.
Para acabar, os invito a ver la entrada que hice recientemente con mis vídeos explicando porqué una tablet Windows o Surface es el dispositivo ideal para cualquier estudiante. Sin duda os garantizo que aunque sea una gran inversión, ya que aunque cuesta 599€ en su modelo más básico, sin duda merecerá la pena su compra. Hay que tener en cuenta que el objetivo de Microsoft con las Surface no es que todo el mundo tenga una, sino que todos quieran una. Así consiguen que la gente deje de considerar al iPad como la mejor tablet y sino pueden permitirse una Surface, al menos ignoren las tablets Android y iPads, y se compren una tablet con Windows.
Lo mejor:
- Diseño impresionante: Delgada, ligera y muy buena calidad de fabricación.
- Pantalla del tamaño ideal, muy cómoda de transportar y perfecta para ver todo tipo de contenido.
- Muy buen rendimiento de la batería.
- Incluye 1 año de Office 365 de regalo.
Lo peor:
- Aunque sea un producto único en el mercado y ser la versión ‘low-cost’ de la Surface Pro, sigue siendo cara ya que además en su precio no incluye el teclado (129€) ni el stylus (49€). Aunque se espera un modelo para estudiantes de 32 GB con un precio reducido.
- Potencia insuficiente para un producto tan caro si pretendes utilizar programas de edición profesional o juegos.
- Cambiar el cargador propio a uno microUSB ha sido una mala decisión, tarda mucho más en cargar.
