Mucho se ha debatido estás últimas semanas sobre el desempeño de algunos fabricantes con el sistema operativo móvil de Microsoft. Hemos sido testigos del tímido despertar de LG con el lanzamiento del LG Lancet como relevo del obsoleto Optimus 7. Samsung por su parte ha dejado al Ativ SE como legado en la plataforma. Un dispositivo que destaca por un hardware excepcional que solo palidece ante la dificultad que supone el poder encontrarlo. En una situación muy similar se encuentra HTC con el M8 for Windows, potencia bruta inigualable pero limitado a un mercado inaccesible para gran parte de sus posibles compradores.
Sin presumir del hardware más potente del mercado el trabajo de los pequeños fabricantes con soporte de Microsoft es en ocasiones mejor que el de marcas más conocidas. Con unas ventas que distan mucho de las obtenidas por las empresas de «primer nivel», si nos limitamos a comparar el precio y servicio postventa de BLU, Cherry o Prestigio, las diferencias con los grandes podrían estar resumidas en un logotipo reconocible.
A pesar de lo que podríamos pensar, Microsoft ha sabido elegir muy bien sus partners. Me atrevería a decir que, más allá de los intereses propios que pueda tener cada fabricante como empresa independiente, en estos momentos cada OEM estaría ejecutando un papel meticulosamente calculado desde Redmond. Que Samsung no haya presentado ningún dispositivo nuevo con Windows Phone no debería sorprendernos. Se necesita Windows 10 como el sistema operativo de un flagship acorde a la oferta de la competencia.
Existen otros frentes abiertos en la Microsoft de Satya Nadella. Los servicios han adquirido un nuevo significado en estos últimos tiempos. En la búsqueda de nuevas fuentes de financiación y tras el abandono parcial de la venta de licencias, la nube promete ser la próxima gallina de los huevos de oro. Prueba de ello hemos tenido este año en el Mobile World Congress, no hemos visto al Samsung Galaxy Edge luciendo los livetiles de Windows Phone. Su lugar lo ha ocupado el sistema operativo de la competencia con los servicios de Microsoft preinstalados (Office 365, Skype y OneDrive). ¡Jugada magistral sin duda alguna!
Los dispositivos siguen siendo una prioridad para Microsoft. La adopción definitiva de determinados servicios está firmemente atada a la empresa que provee el sistema operativo. La conjunción software/hardware junto a la tímida apuesta inicial de terceros ha convertido a Microsoft en una empresa con hardware propio. Apuesta que ya ha dado sus frutos este año con la Surface Pro 3 pero que aún no termina de despegar con fuerza en el caso de Windows Phone.
Podríamos esperar una evolución natural donde Microsoft enfocara su producción cada vez más a la gama alta, como ocurre actualmente con la Surface, dejando sitio paulatinamente a los fabricantes que hayan sabido jugar bien sus cartas. Apostar por la compatibilidad con aplicaciones iOS y Android demuestra una firme apuesta por la adopción masiva de Windows 10. La actualización gratuita para los usuarios de PC abandona parcialmente el modelo de negocio tradicional. Microsoft entraría en una nueva etapa donde controlar la tienda de aplicaciones y los servicios de suscripción cobraría cada vez más importancia.
Hasta ahora hemos visto a Microsoft como empresa proveedora de servicios en una batalla completamente diferente a la que pelea como fabricante de dispositivos. Los servicios deberían continuar su expansión a través de todas las plataformas posibles sin importar el sistema operativo. Veremos a los pequeños fabricantes apostar por la gama baja en mercados locales y emergentes, seguidos por un respaldo de Lumias aptos para todos los bolsillos. La gama alta no debería tardar mucho más en dejarse ver. Estoy seguro que tendremos un buque insignia de varios fabricantes con la salida oficial de Windows 10. ¿Qué te parece el camino qué ha tomado Microsoft? ¡Saquemos la bola de cristal! ¿Os compraríais un Samsung Ativ Edge o un HTC M9 con Windows Phone? ¿Sabíais que los Windows Phone de Blu, Kazam y Prestigio ya han comenzado a recibir oficialmente la Update 2 de Windows Phone 8.1? ¡Mucho antes que mi Lumia de gama alta!
