Hace alrededor de un año Microsoft anunciaba tras «tan solo» trece años de soporte que dejarían de dar soporte a uno de sus productos estrella. Windows XP fue uno de los sistemas operativos con mayor relevancia de Microsoft y que más convenció a los usuarios.
El relevo que debe llegar para Windows XP
El problema actual es que durante el último año ha habido dudas. ¿Era más interesante actualizar a Windows 7 o a Windows 8.1? La cuota de Windows XP ha seguido bajando en cada informe de datos pero, aún dispone de una cuota en torno al 15%. Un porcentaje inaceptable dado que el soporte terminó hace un año y muchos de estos ordenadores disponen de información sensible.
El Internal Revenue Service (IRS) de los Estados Unidos es el ejemplo perfecto de la nula renovación de sus equipos donde, además de seguir utilizando Windows XP, utilizan un software de detección de fraudes con dos décadas de antigüedad. Es comprensible intentar prolongar la vida de diversos equipos por razones económicas pero, no es comprensible que esto entrañe riesgos de seguridad.
Esperamos que con la llegada de Windows 10 la cuota de Windows XP baje todavía más facilitando la adopción del nuevo sistema operativo con soporte y funcionalidades adaptados al año 2015. ¿Qué os parece la situación de Windows XP un año después de anunciarse el final del soporte? ¿Creéis que la llegada de Windows 10 propiciará que los usuarios actualicen a la nueva versión del sistema operativo?
