Los empeños de Microsoft desarrollar un sistema operativo lo más seguro posible le ha llevado al lanzamiento de programas de recompensas para quien encuentre un fallo de seguridad. Con el lanzamiento del nuevo sistema operativo, el reto ahora es descubrir errores pasados por alto y fallos de seguridad que pueden poner en riesgo a los usuarios.
Ahora que Windows 10 está disponible para un gran número de usuarios, es importante que un gran número de investigadores se pongan manos a la obra para intentar «buscarle las cosquillas» al sistema operativo de Redmond antes de que se conviertan en un problema de seguridad o incluso se vendan para que los usuarios con malas intenciones se aprovechen.
ZDnet informa que esta subida de las recompensas ha sido anunciada ayer por Jason Shirk, arquitecto de seguridad de Microsoft, junto a una demostración en el famoso Black Hat que se celebra en Las Vegas. Así, las recompensas por encontrar un problema y además presentar una solución han ascendido desde los 50.000 a los 100.000 dólares, además de los 100.000 que ya ofrece por encontrar exploits nuevos contra el sistema operativo.
Para los desarrolladores y especialistas en seguridad, es una ocasión excepcional para poner a prueba al sistema operativo de Microsoft. Esto reafirma el interés de Microsoft para que la joya de la corona sea lo más segura posible, que aunque pasa por los filtros más exigentes y auditorías de gobiernos, siempre puede haber más fallos que se pasen por alto.
