La Surface RT fue la primera tablet de Microsoft, anunciada en junio de 2012 y puesta a la venta en octubre del mismo año. Con este dispositivo, los de Redmond comenzaban la andadura de Windows en procesadores ARM fuera de smartphones, veíamos el nacimiento de Windows RT, un sistema operativo idéntico a Windows 8 en todos los aspectos, pero con una única limitación.
La limitación de Windows RT consistía en la instalación de aplicaciones, aunque en foros como XDA Developers consiguieron desbloquear el sistema operativo e instalar algunas aplicaciones en formato .exe, y es que las únicas apps que podías utilizar en dicho sistema operativo debían ser descargadas desde la Tienda, exceptuando la suite Office, que venía incluída en Windows RT.
Tres años en los que el sistema operativo se actualizó a la par que Windows 8 de escritorio, recibiendo Windows 8.1 RT y todas sus actualizaciones e, incluso llegó la misma aplicación Microsoft Outlook 2013 a las tablets que contaban con este sistema. El problema, muy similar al existente en todo el ecosistema Windows era la falta de aplicaciones en la Tienda.
Un problema que se acentúa en una plataforma destinada a competir con Android o iOS en el sector de las tablets para consumo multimedia, y compitiendo, finalmente, contra Windows 8.1 completo en las tablets destinadas a productividad gracias a los procesadores Intel Atom. Como resultado, las ventas de las tablets con Windows RT fueron algo testimonial, algo que nos recuerda a los Chromebooks.
De hecho, según los datos de IDC, Microsoft había vendido 900.000 Surface RT hasta enero de 2013, 1,7 millones a 31 de julio del mismo año y, apenas 200.000 tablets de otros fabricantes con Windows RT. Si lo comparamos con las cifras de ventas de un iPad o de tablets Android en el mismo periodo desde su lanzamiento, la cifra solo se puede calificar de ridícula.
Por último, NVIDIA, la empresa desarrolladora de los procesadores Tegra 3 y Tegra 4 que incluyen la Surface RT y la Surface 2, respectivamente, anunciaba hace unos meses que abandonaba el soporte para ambos procesadores, lo que ponía a Microsoft en una difícil tesitura para continuar con el adecuado soporte para ambos dispositivos.
¿Cuál es la consecuencia final de todo esto conglomerado de problemas? Pues que Microsoft no actualizará esas tablets a Windows 10, en su lugar obtendrán la Update 3. Con esa actualización, parece ser que esos usuarios obtendrán un Menú Inicio, similar al que vimos en las primeras Technical Preview de Windows 10, y unas mejoras en la pantalla de bloqueo.
Los usuarios con más experiencia en el ecosistema Microsoft dirán que nos encontramos ante un caso similar a lo sucedido con los reproductores de música Zune o ante un nuevo Windows Phone 7.8. Sea como sea, ¿qué podemos hacer los usuarios de tablets con Windows RT?
Podemos ser optimistas
Si tenemos una tablet con Windows RT, tenemos un dispositivo perfecto para aquellos que somos estudiantes y para la ofimática básica. No hemos necesitado pagar Office 2013, cuya licencia de uso en la versión equivalente, que sería la edición Hogar y Estudiantes, cuesta a día de hoy 69,95 euros en Amazon. Windows 8.1 RT sigue siendo plenamente funcional y la interfaz es perfecta para las pantallas táctiles.
Microsoft continuará lanzando actualizaciones de seguridad puesto que el sistema operativo cuenta con soporte hasta 2017. La versión Modern UI de Internet Explorer proporciona una experiencia de navegación bastante aceptable con reproductor Flash incluido, por lo que podemos utilizar la mayoría de las versiones web de muchos juegos, compensando la falta de éstos en la Windows Store.
Windows 8.1 RT, pese a la fata de Continuum, detecta la configuración de entrada que estemos utilizando e inicia en el escritorio o en la Pantalla Inicio. Las aplicaciones, aunque no son abundantes, no están faltas de calidad, podemos poner como ejemplo VLC for Windows 8, Torrex Pro, Shazam… Lo que hace que apenas echemos de menos aplicaciones de otras plataformas.
El explorador de archivos de Windows 8.1 RT es insuperable, idéntico al del sistema operativo de escritorio y con escasas variaciones respecto al que encontramos en Windows 10. Además, cuenta con una gran variedad de drivers incluídos en el sistema operativo que nos posibilitará conectar casi cualquier dispositivo al puerto USB de nuestra tablet.
Podemos ser pesimistas
Pongamos que Microsoft actualiza nuestras tablets con Windows RT, de hacerlo, al no haber una versión específica de Windows 10 para tablets con ARM, tendríamos Windows 10 Mobile con el modo Continuum activado de forma permanente. Haciendo esto, tendríamos un sistema operativo muy similar a Windows 8.1 RT, con interfaz de escritorio, pero aplicaciones de la Windows Store.
Bienvenidos a Windows 10, Cortana nos da la bienvenida, abrimos Microsoft Edge y comenzamos a navegar. Vamos a instalar aplicaciones, abrimos la Tienda universal y nos descargamos Twitter. Nos hacen un retweet, abrimos el centro de notificaciones y sonreímos, la misma notificación desaparece del móvil también. Instalamos unas actualizaciones y a dormir.
Suena la alarma en tu Surface RT con Windows 10, es hora de ir a clase. Enganchamos nuestra Type Cover y abrimos… Bueno, nos encontramos con el primer incoveniente, tenemos que pagar la suscripción a Office 365 para usar Office Mobile. En fin, ya que estamos soñando, pongamos que la hemos pagado, utilizamos nuestra aplicación Word Mobile pensada para uso táctil, aunque le falten algunas funciones.
Guardamos la tablet en la mochila, nos vamos a casa y… Vuelve a sonar la alarma, esta vez de verdad, nos despertamos y nos tenemos que enfrentar a la realidad. Ni tu tablet ni mi Surface RT se actualizarán a Windows 10, hemos disfrutado de un gran producto durante 3 años y todos los que le quedan, porque podremos seguir utilizándolo perfectamente. Enfadémonos por no haber sido tratados como los usuarios de Surface Pro, por ejemplo, pero sigamos disfrutando de ese gran producto que creó Microsoft.
