La misión NEOMIR, planificada por la ESA, se ubicará entre la Tierra y el Sol y actuará como un sistema de alerta temprana para asteroides de un diámetro aproximado de 20 metros o más, y que resultan invisibles a nuestros ojos desde la Tierra.
Los asteroides, al igual que las las estrellas, solo salen de noche. Escondidos entre la luz de nuestro sol, existe un número desconocido de asteroides en órbitas que no podemos rastrear; muchos de ellos podrían dirigirse a la Tierra, y simplemente no somos conscientes de ello.
Una amenaza invisible, pero real
El peligro de los asteroides no es nuevo, y es que han formado parte de la creación del sistema solar desde sus inicios; fueron piezas clave en la formación de los planetas y actualmente vagan por el espacio orbitando nuestro sol.
El grueso de ellos forman el llamado Cinturón de Asteroides, entre los planetas Marte y Júpiter, mientras que otros orbitan capas más alejadas del sistema solar. Actualmente hemos sido capaces de detectar la mayoría de asteroides de más de 1 km de tamaño.
Los asteroides clasificados como pequeños y medianos son los más comunes y aún pueden causar grandes daños; de hecho, nadie vio venir el meteoro de Chelyabinsk del 15 de febrero de 2013: En un día soleado de invierno, un asteroide de 20 metros entró en la atmósfera sobre los Montes Urales a una velocidad de más de 18 km/s, explotando y generando una onda expansiva que dañó miles de edificios, rompió ventanas e hirió de forma leve a unas 1.500 personas.
Fue el impacto de asteroide más grande en más de un siglo. Visto el revuelo que pueden casuar, un aviso a tiempo puede ser suficiente para que las autoridades locales tomen cartas en el asunto, y la ESA será clave para esta tarea.
Vigilancia constante
Hay que tener en cuenta que los asteroides son visibles porque reflejan la luz del sol. Sin embargo, cuanto más se acercan a este, más difícil es detectarlos. Los asteroides que cruzan la cara del Sol son particularmente difíciles de detectar, pero desde la Tierra también somos ciegos a los asteroides cerca del Sol, ya que su resplandor los eclipsa.
La próxima misión NEOMIR de la ESA se pondrá en órbita alrededor del primer punto de Lagrange (L1) entre el Sol y la Tierra, permaneciendo en la misma posición relativa a los dos cuerpos. Esto le dará al telescopio una vista constante de los asteroides que pueden venir hacia la Tierra desde la dirección del Sol.
Al estar situado fuera de la atmósfera distorsionada de la Tierra y con un telescopio observando en luz infrarroja, NEOMIR monitoreará un anillo cercano alrededor del Sol que es imposible de observar desde la Tierra. La misión detectará asteroides que pasen entre la Tierra y el Sol; cualquiera que represente una amenaza y que no podamos ver actualmente tendrá que atravesar este anillo.
Al realizar observaciones en la parte infrarroja del espectro de luz, NEOMIR detectará el calor emitido por los propios asteroides que no es ahogado por la luz solar. Esta emisión térmica es absorbida por la atmósfera de la Tierra, pero desde el espacio NEOMIR podrá ver más cerca del Sol de lo que podemos actualmente desde la Tierra.
El plan de la ESA: detección temprana
Los asteroides de 20 metros y más grandes que se dirigen hacia la Tierra deben ser detectados por NEOMIR al menos con tres semanas de antelación. En el peor de los casos, recibiríamos un mínimo de tres días de advertencia, lo más rápido que el asteroide podría moverse de L1 a la Tierra.
Una colaboración internacional
El estudio se centró en definir una misión que, de hecho, complementaría la misión NEO Surveyor de la NASA. Dicha misión debe cumplir con el mandato del Congreso de los EE. UU. de descubrir el 90% de los objetos cercanos a la Tierra de más de 140 metros de diámetro, mientras que NEOMIR está diseñado para enfocarse en impactadores inminentes de cualquier tamaño.
Los detalles de la misión NEOMIR del Programa de Seguridad Espacial se están desarrollando actualmente y está previsto que se lance alrededor de 2030 con un cohete Ariane 6-2. El Concurrent Design Facility de la ESA en los Países Bajos llevó a cabo un estudio inicial para evaluar la viabilidad de la misión NEOMIR en 2021.
Estado de la misión NEOMIR
NEOMIR se encuentra actualmente en la fase inicial de estudio de la misión. Requerirá un telescopio de medio metro con un gran plano focal corregido, así como dos canales infrarrojos que cubran la luz en la banda de onda de 5-10 micrómetros. Las tecnologías de detección requeridas y la electrónica asociada para esta nueva misión están actualmente en desarrollo.
Los proyectos de investigación y desarrollo industrial se planifican como actividades de apoyo en paralelo. Los requisitos serán ofrecer un rendimiento similar a los detectores NEO Surveyor, es decir, HxRG de Teledyne, que están en uso en el Telescopio Espacial James Webb (NIRSpec) y las misiones Euclid (NISP) y Ariel de la ESA, aunque en longitudes de onda más cortas.