La presencia de bicicletas eléctricas ha crecido considerablemente en la ciudad de Nueva York, pero por desgracia también lo ha hecho la frecuencia de incendios y muertes atribuidas a las baterías que las alimentan.
Ahora, las autoridades pretenden regular mejor el modo en que se fabrican, venden, reacondicionan, cargan y almacenan las baterías para evitar incidentes tan devastadores.
Así lo afirma un informe de Global News publicado recientemente.
Ayudar al medio ambiente no siempre parece algo seguro
Defensores de los consumidores y departamentos de bomberos han pedido a la Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo de EE.UU, que establezca normas nacionales de seguridad que permitan retirar de la circulación las bicicletas eléctricas poco seguras y las baterías mal fabricadas.
Sonaron las alarmas
«Llevamos meses dando la voz de alarma», señaló el alcalde de Nueva York, Eric Adams, un día después de que la explosión de una batería provocara el incendio de una tienda de bicicletas eléctricas en Chinatown el mes pasado, según Global News. «Necesitamos medidas reales, no sólo a nivel estatal, sino también federal».
La ciudad de Nueva York ha registrado 100 incendios de este tipo en lo que va de año, con un balance de 13 muertos.
Por suerte, algo se está haciendo. Los dos senadores de Nueva York, los demócratas Chuck Schumer y Kirsten Gillibrand, presentaron el mes pasado una ley que establecería normas de seguridad obligatorias para las bicicletas eléctricas y las baterías que las alimentan.
Por su parte, la Comisionada de Bomberos de Nueva York, Laura Kavanagh, explicó que estos incendios son especialmente peligrosos porque no arden, sino que explotan, un hecho que compartió durante una audiencia pública sobre el asunto que tuvo lugar el jueves pasado en Washington.
«Cuando fallan, fallan de forma bastante espectacular», dijo Kavanagh. «Se produce un enorme volumen de fuego, a menudo tanto que la persona que está en su casa no puede salir y los bomberos no pueden entrar a buscarla».
Aumento durante COVID-19
El uso de estas bicicletas inseguras aumentó drásticamente en la ciudad durante la pandemia de COVID-19. Repartidores, como es el caso de Lizandro López, señalan que son conscientes de los peligros y toman precauciones para evitar incendios.
«En cuanto se carga la batería, la desconecto. No hay que dejarla cargando mucho tiempo», dijo López, «porque si la dejas ahí mucho tiempo, es cuando puedes provocar un incendio».
Las baterías de las bicicletas eléctricas funcionan prácticamente igual que las baterías de iones de litio de los teléfonos móviles, los ordenadores portátiles y la mayoría de los vehículos eléctricos.
El endurecimiento de la normativa, los estándares de seguridad y las pruebas de conformidad han reducido drásticamente el riesgo de incendios en este tipo de dispositivos, y podrían hacer lo mismo con las bicicletas eléctricas, según Robert Slone, científico jefe de UL Solutions, una empresa de pruebas de productos que certifica la conformidad de seguridad de una gran cantidad de productos eléctricos.
«Sólo tenemos que hacerlos seguros, y hay una manera de hacerlos seguros a través de pruebas y certificación», dijo Slone, «dada la historia que hemos visto en términos de incendios y lesiones y, por desgracia, las muertes también – no sólo en Nueva York, sino en todo el país y en todo el mundo.»
