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    El cofundador de OceanGate quiere enviar 1.000 personas a Venus en 2050

    La catástrofe en alta mar del mes pasado, en la que el sumergible de OceanGate (su web está fuera de servicio) implosionó, no parece un obstáculo para su confundador, que quiere llevar al hombre a Venus en 2050.

    Si el Titanic no fue suficiente locura, ahora Venus es la siguiente meta

    En una entrevista, Guillermo Söhnlein reveló que tiene planes mucho más ambiciosos para la empresa. Dijo que quiere enviar a 1.000 humanos a vivir en la atmósfera de Venus para 2050.

    «Creo que es menos ambicioso que poner un millón de personas en la superficie de Marte en 2050«, añadió Söhnlein.

    Al ser el planeta más cálido del sistema solar, no es el entorno más propicio para los humanos. Sin embargo, Söhnlein afirma que hay investigaciones que apuntan a una zona a 50 kilómetros por encima de la superficie de Venus en la que, en teoría, los humanos podrían sobrevivir.

    OceanGate en Venus para 2050

    Söhnlein cree que los humanos podrían vivir en esa zona si se pudiera diseñar una estación espacial capaz de resistir el ácido sulfúrico de las nubes (un entorno ligeramente hostil, todo sea dicho).

    Las declaraciones de Söhnlein no podían llegar en peor momento. OceanGate se enfrenta actualmente a una investigación sobre su sumergible Titan, que lleva a los pasajeros en una expedición al lugar donde se hallaron los restos del barco Titanic cuatro veces al año. El otro fundador de la empresa, Stockton Rush, también iba a bordo del sumergible junto con otros cuatro pasajeros.

    El sumergible OceanGate, ya inexistente.

    El sumergible desapareció en la madrugada del 18 de junio. Tras cuatro días de operaciones de búsqueda y rescate, los guardacostas estadounidenses anunciaron que habían encontrado restos del sumergible el 22 de junio, y que todos los que iban a bordo habían muerto presumiblemente en una implosión.

    OceanGate, bajo gran presión

    Su página web dice: OceanGate Expeditions ha suspendido todas las operaciones de exploración y comerciales.

    Un antiguo empleado del OceanGate había hecho saltar las alarmas sobre los defectos de su casco de carbono e instó a la empresa a que una agencia externa certificara el buque. Pero la advertencia verbal del empleado pasó desapercibida y fue despedido poco después.

    OceanGate ya había afirmado en una entrada de su blog, ahora archivada, que conseguir la certificación del Titán llevaría mucho tiempo y podría frenar sus técnicas innovadoras.

    En una entrevista, Söhnlein dijo que Rush veía el proceso de certificación como una distracción. Söhnlein añadió que los exploradores deben asumir riesgos calculados en empresas que sobrepasan los límites.

    Todo por la ciencia

    Guillermo Söhnlein cree que las muertes en la reciente tragedia del sumergible no deben disuadir a los humanos de seguir investigando los sumergibles como el de OceanGate, construido con casco de fibra de carbono.

    Visto lo visto, no parece muy prometedor que la futura estación espacial de esta empresa sea más segura que el sumergible siniestrado.

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