Están corriendo ríos de tinta acerca de las últimas decisiones de Microsoft respecto a su marca Xbox. Me vais a permitir que me dirija a la sección de juegos de Microsoft como Xbox, y no particuarlmente a la consola en sí, porque parece que el gigante de Redmond quiere que no nos cerremos a un hardware en concreto y está trasladando la visión de Nadella a todos sus frentes, incluyendo los videojuegos. Permitidme que me explique.
One Windows… también en Xbox
No es nuevo el argumento del que os hemos hablado en multitud de ocasiones, y que resurge en cada noticia en la que se anuncia una actualización o nueva noticia de algún servicio de Microsoft en una plataforma rival, sobre la mentalidad universal de Microsoft en todos sus servicios. La compañía de Redmond se está enfrentando a un nuevo futuro, futuro donde los dispositivos dejan de cobrar importancia, importancia que se traslada a los servicios, donde el software es más importante que el hardware. Esto ya lo ha vivido Microsoft.
El éxito de Microsoft se dio debido a licenciar su software, en vez de venderlo, a empresas de hardware. De esta forma se aseguró tener la base sobre la que funcionarían los dispositivos, asegurándose que las innovaciones y los cambios que sufrieran éstos no les afectara, siempre y cuando su software siguiera siendo líder.
Los ordenadores evolucionaron, memorias, tarjetas gráficas, procesadores y Microsoft se mantuvo en la cresta de la ola al tener el software más usado corriendo en cualquier hardware. En los últimos años se ha dado una gran importancia al hardware, en especial el caso de los smartphones, en los que algunas compañías han conseguido grandes benenficios con la venta de hardware con grandes márgenes de beneficio. Esto es insostenible.
Como bien he aprendido de Fernando, el hardware cada vez tiende a costar menos: si un dispositivo de 700€ me ofrece, en general, lo mismo que uno de 200, que al año siguiente costará 150 y al siguiente menos… vemos rápidamente dónde está el problema.
Bien, volvamos a lo que nos importa, la guerra de consolas: Xbox One y PS4. Consolas de nueva generación que cada año ven mermado su precio para alegría de los consumidores y descontento de los vendedores. Unas consolas que, en oferta, se pueden conseguir por menos de 350€, ¿Qué futuro tiene seguir bajando los precios? Todos lo sabemos, una nueva generación de consolas.
Esto, hasta hace poco, conllevaba a buscar el máximo beneficio de estas consolas nuevas con prácticas tan poco populares como los DLC o venderte «eseclásicoquetantoamas HD edition» a precio normal. El usuario se acaba cansando.
Ahora estamos empezando a vislumbrar el futuro que ve Microsoft con su marca Xbox, su objetivo es que dejemos de pensar en Xbox como una consola y empecemos a pensar en ella como una plataforma. Un sistema de plataforma que le ha ido de maravillas a Gabe Newell con Steam y al que se están apuntando todas las grandes desarrolladoras.
¿Steam Machines o Windows Machines?
Aunque tenemos claro que el software, en su conjunto, es más importante que el hardware, no podemos imaginar el uno sin el otro. Nuestro querido Gabe lo sabe y está intentando, con menor éxito del que esperaba, llevar ese universo, que es Steam, a su propio hardware con su propio sistema operativo. Una tarea titánica.
Microsoft ha tomado una serie de decisiones que me hacen entrever un futuro en el que Xbox signifique lo mismo que Steam, en el que las aplicaciones universales toman un papel determinante. Aplicaciones Universales que funcionan en cualquier hardware… ¿empezáis a ver por donde voy?
Un futuro de Xbox como plataforma, en el que el hardware no importe, en el que la siguiente Xbox (o soñando mucho, cualquier Xbox Machine) corra los juegos de esta generación. Un futuro en el que la siguiente generación de hardware de retrocompatibilidad total, que siga pudiendo correr ese software que ya compraste. El sueño buscado de Gabe Newell. Un solo universo llamado Windows y una galaxia entera llamada Xbox.
Es un sueño ambicioso. Llegar al nivel de calidad y de cariño que tiene Steam no va a ser fácil y convencer al usuario de que la guerra de consolas ha dejado de tener sentido es más difícil aún, incluso puede que esté totalmente equivocado y nada de esto ocurra. Pero sin lugar a dudas, un futuro que me gustaría ver. ¿Qué opináis al respecto?
