Los despidos de Microsoft en la división de hardware, motivados por el bajo rendimiento y las expectativas de la compra de Nokia, han dado mucho de qué hablar. Satya Nadella tiene muy claro el futuro de Microsoft, y está tocando todos los palos de la empresa, en la mayor reestructuración de su historia, para lograr su objetivo.
Grandes cambios se avecinan
Debido a esta gran reestructuración, leemos en Digitimes que parece que la nueva hoja de ruta de Microsoft contendrá uno o dos gamas altas, modelos orientados a los negocios y gama media, así como una gama de entrada. Esto difiere del sistema que llevaba Microsoft ahora mismo, el cual parece que no ha dado todos los buenos resultados que se esperaba. Hablamos del hecho de que existan varios móviles muy parecidos entre si, llegando incluso a costar diferenciar entre la gama media y la baja.
Con esta nueva estrategia Microsoft quiere dejar la puerta abierta a todos los fabricantes que están enfrascados en el lanzamiento de dispositivos Android y, a la vez, seguir la estrategia de negocio que tan buen resultado les ha dado con la Surface: centrarse en la gama alta, segmentos de negocios y fans de Microsoft.
El mercado móvil está difícil en términos de cuota de mercado. Microsoft apenas alcanza el 2,5% frente a un todopoderoso Android con un 78,9% y Apple, que con su 17,9% abarca más del 90% de los beneficios. Ante este panorama, Windows 10 supone el caballo de batalla de Microsoft, la unión total del escritorio y el móvil, una nueva forma de entender nuestros dispositivos y la promesa de la llegada de aplicaciones de mayor calidad.
