La vida de los sistemas operativos, como la de todo, tiene un ilusionante inicio y un final, más o menos bonito, pero un final al fin y al cabo. Junto con otros muchos servicios, como Microsoft Virtual PC 2007, el que fuera el sistema operativo para smartphone –made in Redmond– más popular de la historia reciente echa la cortina abajo oficialmente y de manera definitiva.
Tras acompañarnos tres años de nuestras vidas, Microsoft da por concluida la vida para Windows Phone 8.1. Hoy, 11 de julio de 2017, concluye el soporte que ofrece la compañía al ya viejo sistema operativo.
Pero a pesar de que parece una mala noticia, lo cierto es que los usuarios no notarán nada. Su terminal seguirá funcionando como hasta ayer y el hecho de quedar fuera de soporte significa que no recibirá más actualizaciones. Esto último tampoco es un problema ya que tan solo estaría obligada a actualizar los dispositivos en caso de detectar alguna vulnerabilidad importante y que comprometiera la seguridad del sistema.
Windows Phone 8.1 nos deja como herencia grandes cosas, una de ellas es Cortana. El asistente virtual llegó con esta actualización y ahora está más fuerte que nunca. También dio cierto sentido de plataforma consistente con las aplicaciones UWA, a un ecosistema que no terminó de cuajar nunca, tampoco ayudó la versión para PC.
El futuro es incierto a día de hoy, no existe ninguna información oficial y tan solo van cayendo con cuentagotas los rumores sobre el smartphone «que no será un smartphone». ¿Una nueva categoría? Concuerda perfectamente con algunas declaraciones de personal de Microsoft, entre ellas las del propio Nadella, que nos hacen vislumbrar un hilo de esperanza.
También podríamos hablar de CShell, la unificación real de Windows 10, aunque el hecho de tener una rama Insider tan insulsa para smartphone no ayuda. Tan solo queda esperar, una vez más, a que Microsoft presente lo próximo. Y es que sería realmente extraño que abogando por la universalidad dejaran a un lado un segmento como el de la telefonía.
