Nos encontramos en un momento de transformación espectacular en el que la importancia en la tecnología pasa a ser la base de cambios y beneficios que generan directamente un comportamiento personal y profesional ultra dinámico.
Por eso, la diferencia entre las personas y empresas que abrazan esta transformación tecnológica desposicionará en menos de 5 años a todos aquellos que no lo hagan. Es así de simple, adaptarse o morir o mejor dicho caer en el olvido.
¿Por qué?
La agilidad y el dinamismo se retroalimenta a sí mismo y genera una evolución exponencial. La transformación del puesto de trabajo, la de los modelos de Customer engagement y la evolución de procesos de gestión en cocina de las empresas, generan por si mismo un ciclo de avance retroalimentado por la percepción propia de excelencia y avance vs. otros.
Las empresas y personas en esta transformación aumentan el GAP que les separa de los que no aprovechan los nuevos descubrimientos, modelos y modos de actuar. Cada día que pasa la brecha se abre más y las personas y sobretodo las empresas que no se suban al tren simplemente ganarán mucho menos dinero, quedarán en un rincón del mercado o directamente fuera en menos de 5 años. Queda escrito.
2020 es la fecha, para entonces solo en servicios Cloud habrá un gasto mundial anual de 200.000 millones de $, no me gustaría estar en la piel de los últimos en entender esto. El mayor problema de algunas empresas es el efecto “sexto sentido”, es el que está muerto y no lo sabe, quizás no hay que llevar las cosas al extremo, pero es totalmente cierto que hay empresas que no saben que están mal o muy mal, empresas por ejemplo que disponen de tecnologías obsoletas como Windows XP (es solo un ejemplo), bajo la explicación de que no necesito más… sin saber que sus competidores están invirtiendo en tecnología para vender más, gastar menos y aumentar la satisfacción interna y externa. Insisto lo peor no es como puedas estar sino no ser capaz de verlo.
¿Qué hacer?
Aprender de los pioneros, mirar y ver. Como trabajan las grandes empresas, que están haciendo sus departamentos de RRHH, como trabajan sus empleados, cómo venden, cómo gestionan la comunicación, cómo compran, cómo pagan, cuánto invierten en tecnología y en qué invierten y qué papel le dan a la transformación tecnológica y del modelo.
Tomar decisiones, decía Alfonso Guerra “El que se mueva no sale en la foto”, pues bien aquí es todo lo contrario, quien no se mueva se queda fuera… el inmovilismo es el peor aliado en tiempos de transformación como el que vivimos. Apasionante momento sin duda, quizás de estos que solo se viven una vez en la vida. ¡A por él! Vini, vidi, vinci.
¿Qué os parece la revolución que vamos a tener en los próximos años? ¿Creéis que las empresas están preparadas para dar este salto? ¿Hacen las empresas una inversión suficiente en tecnología o la inversión es ajustada al milímetro y muchas veces peor?
