La fiebre de las criptomonedas no cesa en su extensión a lo largo y ancho del planeta Tierra. Algunas compañías están metidas de lleno en este movimiento desde hace bastante tiempo y otras como Starbucks, la que hoy nos ocupa, quieren comenzar a sumergirse desde ya.
Starbucks y Microsoft, ambas basadas en Seattle, junto con Intercontinental Exchange y BCG están preparando el lanzamiento de una nueva compañía llamada Bakkt. Este nuevo proyecto conjunto permitirá al público general y a las empresas comprar, vender, guardar y gastar criptomonedas de forma global en noviembre de este año.
La plataforma convertirá bitcoin y otras criptomonedas en dólares estadounidenses de curso oficial pudiendo adquirir así un rico frappuccino de la conocida cadena de cafeterías. O cualquier otro producto de sus establecimientos.
En Starbucks están convencidos que funcionará
Si hay algo que caracteriza al público de Starbucks es su interés por la tecnología y es esa faceta la que ha animado a Maria Smith, vicepresidenta de partnerships y pagos de Starbucks a embarcarse en este nuevo proyecto. «Como líderes en pago a través de teléfono móvil para nuestros más de 15 millones de miembros de Starbuck Rewards, Starbucks está comprometido con la innovación expandiendo las opciones de pago para nuestros clientes».
Uno de los mayores problemas del Bitcoin y de las criptomonedas en general es su volatilidad. Siguiendo el ejemplo de Bitcoin, su cotización suele varias bastante (del orden de los cientos de dólares) en pocos minutos. Pero esto no parece ser un problema, incluso algunas voces de economistas como Brian Kelly, CEO de BKCM, lo ven como algo positivo para el propio Bitcoin y otras criptomonedas.
Starbucks no es la primera gran empresa en aceptar criptomonedas pero sí quizá sea uno de los primeros negocios físicos donde podrás pagar tu café con bitcoins. Si más empresas comienzan a aceptar este tipo de transacciones para adquirir servicios o productos puede que de una vez por todas las criptomonedas dejen de ser algo más o menos etéreo y poco tangible para el gran público.
