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    Cuando disfrutas de tu trabajo: Soporte técnico de Microsoft Surface

    Jueves por la tarde, ha sido una semana dura de doble jornada laboral (mis compañeros de trabajo están de vacaciones, toca arrimar el hombro). Tengo un par de horas libres hasta las 17:00, me siento frente a mi Surface Pro 3 a escribir una entrada para Microsoft Insider y… ¡Otra vez no, y menos justo ahora! Tras el primer párrafo redactado me doy cuenta que el teclado/funda de mi querida tablet ha vuelto a fallar, en todo el texto que he escrito no se lee una sola letra «i» ni una «o». La sensación de agobio borra cualquier ápice de esperanza de terminar el artículo en un tiempo razonable.

    Piensa Edu, qué opciones tienes… Puedes pasarte a escribir al dinosaurio prehistórico que tu jefe se empeña en que conserves o solucionar de una vez el problema y contactar al soporte técnico de Surface. No sé si es porque aún llevo puesto el jersey con el que salí de casa esta mañana y a esta hora comienza a hacer un poco de calor, pero las palabras «soporte técnico» se quedan dando vueltas en mi cabeza, asfixiándome poco a poco mientras me temo lo peor.

    Finalmente, tras valorarlo durante unos minutos y habiéndome quitado el jersey, decido cortar por lo sano y solucionar el problema de una vez. Enciendo el T-REX de mi despacho… esto tarda en iniciar… mmm, no le vendría mal un SSD, lo mismo puedo hasta instalarle Windows 10…  ¡vale, ya se ha encendido! Entro temeroso cual cervatillo asustado a la web de Microsoft, busco soporte técnico, inicio sesión, a ver, a ver, que tengo que hacer ahora, aham, vale vale…

    Estoy frente a una encrucijada, soporte por chat o vía telefónica, por chat mejor así me aseguro de entenderlo todo si se escucha mal o de casualidad no se me da bien el acento de la operadora. ¡Decidido, que sea por chat! Cruzo los dedos e intento tragar el nudo que se me ha hecho en la garganta mientras se abre la ventana:

    Espere la respuesta de un agente. Está en el lugar ‘1’ en la cola.
    Ahora está charlando con ‘Laura’.

    Laura es la agente que los misterios del azar han asignado a este pobre desdichado. La chica parece muy correcta, se entera de lo que le digo. ¡Qué raro… un soporte técnico donde no tengo que repetir todo dos veces! Me acaba de solicitar el número de serie del teclado para comprobar la garantía, estoy seguro de que todo está en orden, compré la Surface y el teclado el mismo día a través de un distribuidor oficial. Tras unos segundos de búsqueda siguiendo las indicaciones finalmente encuentro el número de serie escondido en la banda magnética del teclado y consigo leer las diminutas letras del código.

    Han pasado cinco minutos de chat y por alguna extraña razón no se me han ingurgitado las venas del cuello y la frente. Esta chica no se parece en nada a la experiencia de soporte técnico de otros sitios, pienso en silencio mientras tecleo. Laura me ha dado dos opciones, la que más me gusta implica un teclado nuevo y congelar cierta cantidad de dinero de mi tarjeta durante unos días hasta que el teclado defectuoso llegue a los laboratorios de Microsoft. ¡Lo entiendo, solo me lo congelan hasta que llegue! pero no va a poder ser, este mes el IFA me ha dejado escaso de presupuesto. Tengo que ir al banco a ingresar efectivo o esperar a cobrar a fin de mes.

    Entre bromas y risas se me ha pasado el tiempo volando, estoy tan a gusto que podría pasar toda la tarde aquí. Laura tiene un sentido del humor muy especial, ha logrado romper la frialdad del chat y por si fuera poco solucionar mi problema. Sus palabras parecen tan cercanas que cualquiera pensaría que me conoce de toda la vida y hasta se siente mal porque mi teclado se ha roto. Finalmente hemos decidido esperar hasta el lunes, si no puedo ir al banco este sábado recibiré un correo la semana próxima con las etiquetas para enviar el teclado a los laboratorios de Microsoft (de forma completamente gratuita).

    Mi experiencia con el soporte técnico de Surface no puede haber sido más satisfactoria. Me ha costado cerrar la ventana del chat y dar por terminada la consulta. Laura, me encantaría haberte tenido del otro lado de la línea en cada una de las empresas que he contactado estos últimos años. Al desconocido que has atendido esta tarde le has demostrado que realmente disfrutas haciendo tu trabajo. ¡Gracias por todo!

    Laura: at 17:37:44
    Perfecto. Pues el lunes entonces.
    Eduardo Raúl: at 17:37:47
    te debo un café, en la vida habían sido tan agradables conmigo en un chat de estos jajajajaja
    Laura: at 17:38:11
    Eso es porque nunca antes habías hablado con Surface :P

    Comentarios

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