En el año 2007, los fabricantes de dispositivos móviles táctiles comenzaron a incluir el correo electrónico como aplicación clave para convertir, lo que hasta entonces era un teléfono táctil, en lo que hoy llamamos Smartphones.
Es increíble asimilar todo lo que ha pasado en tan solo 8 años, la evolución tecnológica entorno a los teléfonos inteligentes en el tiempo que pasan dos mundiales de fútbol, quizás no nos paramos a menudo a reconocer a los científicos, ingenieros, arquitectos,… que protagonizan esta evolución y a todos los miembros de la industria que con su hambre de negocio pelean cada día por ganar el beneplácito de los usuarios.
Son muchas las comparativas y los análisis que se hacen cada día de las ventajas y diferencias existentes entre las tres primeras plataformas de Smartphones del mercado. Por suerte he tenido la oportunidad de usar las tres y sin querer fijar cátedra os contaré mi opinión personal.
Android
Android me parece de largo la plataforma menos atractiva. Es cierto que dispone de más Apps y una oferta de teléfonos amplísima en todas las categorías, marcas y precios. Pero simplemente no me gusta, ofrece una sensación de varias interfaces diseñadas por diferentes ingenieros, no muestra una coherencia de uso. Me recuerda mucho a los sistemas de ventanas Linux de los primeros años del milenio, en los que parecía que un grupo de programadores habían hecho diferentes partes por separado y luego alguien las había juntado pero sin haberse hablado durante el proceso de desarrollo, lo que daba como resultado una “manta de retales”, parecida a lo que hoy me parece Android. Ni que decir tiene que la extremadamente alta segmentación de versiones lo convierte en un sistema completamente inadecuado en mi opinión.
Pero esas no las principales razones por las que dudo de Android. Hay tres razones más poderosas aún, la primera es la inestabilidad del sistema en sí mismo, la segunda la inaceptable falta de seguridad siendo el sistema más atacado ya no del planeta sino de la galaxia (permitidme esta hipérbole), y la tercera es que no soporto la sensación de saber que Google lee y almacena todo lo que hago con el móvil.
iOS
iOS, es el motor de una solución extraordinaria. Es un sistema fácil de usar y se nota un trabajo profundo en entender qué es lo que quiere el usuario. Los productos de Apple muestran al usuario una calidad excelente y consiguen que la gente sienta satisfacción no solo por el icono de la manzana sino por las funcionalidades que les ofrece este sistema y las aplicaciones que soporta. Es cierto que hay aplicaciones básicas para mi como la de correo que no son todo lo buenas que espera un usuario Premium.
Los principales problemas que veo en Apple no son por tanto la calidad de sus productos, ni mucho menos. iOS es un sistema que ha evolucionado muy poco en mi opinión, mientras los dispositivos han mejorado, el sistema operativo incluso ha empeorado a ojos de muchos usuarios tradicionales de iOS. Tampoco soy fan de un sistema operativo que solo funciona sobre máquinas de la marca Apple, no por nada sino porque corrobora mi teoría de que se podría hacer un Smartphone con iOS a un precio inferior a los 99$, pero Apple nunca permitiría que un fabricante usara su sistema operativo y pusiera en riesgo su modelo de negocio en el que de cada $ que cuesta un iPhone 50 centavos van a manos de los accionistas, caso único en el mercado del hardware donde se manejan márgenes inferiores al 15%.
Pero quizás lo que menos me gusta de iOS es como se desintegra con el paso del tiempo, no se que le pasa a este sistema, pero con el paso del tiempo comienza a ralentizarse, casualmente va más lento según van saliendo nuevas versiones de iOS y de iPhone. Esto me parece una tomadura de pelo.
iOS es un buen sistema instalado en una máquina que tiene un coste muy sobrevalorado y con un margen de beneficio para Apple y sus accionistas escandaloso. Algo lícito pero de lo que como consumidor no quiero participar.
Windows Phone OS
Por último Windows Phone OS, al que le ha costado alcanzar el punto de competencia para pelear en esta dura batalla de sistemas. De Windows Phone me gusta el interfaz, me parece fácil y cómodo. También me gusta la integración con Office, herramienta que uso constantemente tanto en el móvil como en el PC. Personalmente la falta de algunas Apps que siempre ha sido lo más criticado, no ha supuesto muchos problemas, todas las Apps que me interesan están. Con la unificación de sistema que viviremos con Windows Phone y Windows 10 el problema de falta de algunas aplicaciones parece que pasará a ser irrelevante, no creo que ningún desarrollador de software o servicios quiera estar fuera de Windows 10.
En contra diré que Windows Phone, sigue adoleciendo de una cierta inestabilidad al menos en mi experiencia. En todos los móviles que he tenido con este sistema operativo he sufrido apagones que han precisado incómodos reseteos. Es algo que Microsoft y los fabricantes de teléfonos debe solucionar con la siguiente versión.
Windows Phone tiene una ventaja a mi entender, especialmente en Smartphone Lumia, las aplicaciones de Microsoft, los juegos de XBOX y las aplicaciones de Nokia, son únicas y personalmente me parecen excelentes, ahora que tengo un iPhone 6 por obligación no paro de recordar mi Lumia 930 cada día que pasa. Os lo aseguro.
Por último, me gusta Windows Phone porque es una plataforma muy segura, y que se monta en una gama de productos que va desde los 79$ a poco más de 500$, con multitud de configuraciones y abierto a todos los fabricantes que deseen apostar por dicho sistema.
En fin, esta es mi opinión, muy personal. En todo caso gracias a todos los que hacen que la tecnología siga avanzando y democratizándose cada día. ¿Habéis podido probar todos los sistemas? ¿Coincidís con esta situación? ¿Cúal es tu opinión y experiencia? Me encantaría saber como lo veis cada uno.
